BATALLA CAMPAL EN EL FERIAL

8 heridos y 27 detenidos en una multitudinaria reyerta sin precedentes

Este artículo iba a llevar el nombre de «ESPECIAL FIESTAS DE LOS REMEDIOS (III): Noches de feria», pero creo que la actualidad, como siempre tan caprichosa, le ha dado un vuelco a todo.

Sin rodeos. Ayer sábado se lió muy gorda en el Recinto Ferial de Majadahonda, en una batalla campal, literalmente, que dejó a nada menos que ocho heridos, seis guardias civiles y dos miembros de la Policía local majariega. Hubo veintisiete detenidos, de los cuales siete son menores de edad. La información es todavía algo confusa, y, sinceramente, lamento no poder darle el toque sosegado y analítico que procuro darle a todo lo que hago.

Lo que pasó fue lo siguiente. Eran alrededor de las cuatro y veinte de la madrugada cuando se cerró el paso a la carpa de conciertos donde estaba actuando el DJ Miguel Dejota, por exceso de aforo. Por motivos de seguridad, este aforo está limitado a 4.000 personas, aunque en la carpa podría caber el doble. A esta hora, cuando los seguratas privados de la carpa cortaron el paso para entrar en esta carpa, alrededor de 1.000 y 1.500 personas intentaron acceder a ella de forma violenta. Estos agentes de seguridad avisaron a la policía local (que tenía desplegados en el dispositivo a 123 agentes) y a la guardia civil. La cosa fue a más, por ambas partes, y estos cientos y cientos de chavales, que seguramente iban más borrachos que una cuba, tras discutir con estos agentes cargaron contra ellos, muchos al grito de «mucha policía, poca diversión», con piedras, botellas y, en definitiva, todo lo que tenían a mano, también las vallas de metal que había a la puerta de la carpa. Algo dantesco y lynchiano.

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El centro de la reyerta: la puerta de la carpa. Fuente: ABC.

Es obvio que si el ayuntamiento no hubiera prohibido la entrada al Recinto Ferial de botellas de vidrio, intercambiándolos por otras de plástico, la cosa hubiera sido mucho más grave. Hay que tener en cuenta, además, que las botellas de vidrio que hubiese dentro habían entrado mediante métodos menos ortodoxos, como por fuera de la larguísima valla que rodea al recinto, y que, al estar en mitad de un descampado, es muy difícil de controlar por la policía.

En muy poco tiempo lo que era, como lo denomina todos los años el diario El Mundo, un macrobotellón (en el que habrían alrededor de 25.000 personas) se había convertido en una multitudinaria batalla entre dos bandos: unos mayores en número pero menores en recursos, y otros exactamente al revés.

Al ver la magnitud de la marabunta de chavales agresivos, las fuerzas de seguridad que había allí presentes tuvo que pedir refuerzos, en este caso a los agentes antidisturbios que, pocos minutos después, ya pasadas las 5 de la madrugada, lanzó pelotas de goma y botellas de humo a los que estaban provocando todo aquello.

El conflicto, del que no se recordaba uno similar desde hacía varios años, se saldó con veintisiete detenidos, como dije al principio. Siete de ellos tenían menos de 18 años. Todos esos, excepto seis, pidieron un parte de lesiones contra los agentes de policía y guardias civiles implicados. Ninguno de los detenidos mayores de edad ha sido puesto en libertad, por el momento.

¿Heridos? Los hubo. En ambas partes. Ya lo decía antes: seis guardias civiles, dos policías locales. A las seis de la mañana, llegaron varias ambulancias del Summa para atender a todos los heridos. Pero, además, dos chavales tuvieron que ser ingresados en el Puerta de Hierro, como heridos leves.

Por si esto fuera poco, al otro lado de la carretera M-516, frente al recinto, se originó un pequeño incendio, sofocado rápidamente por los bomberos. Se investiga si pudo haber estado causado por un bote de humo, de los lanzados por los agentes antidisturbios. Sé lo que estás pensado: allí estuvieron todos. Policías, bomberos, ambulancias…

Todo es demasiado confuso para realizar una descripción detallada y objetiva de lo sucedido anoche en nuestro recinto ferial, y mucho menos para opinar de ello. De cualquier modo, a priori, aunque alguna gente discrepa de ello, los responsables y culpables de esta reyerta, de la que los principales medios de comunicación de todo el país se han hecho eco, son los chavales que, bajo los efectos del alcohol, intentaron entrar con violencia a la carpa, cuando ya estaba al tope de aforo, y para la que le quedaban veinte minutos para cerrar.

Hay chavales, que lo vivieron desde allí, que corroboran la gravedad de lo que acaeció, pero que responsabilizan en parte a las fuerzas de seguridad, por la contundencia con la que respondieron tras la disputa. Es mucho más lógico, creo yo, pensar que la embriaguez de todos estos chavales (que, por cierto, de 27, son solo dos mujeres) fueron la mecha que encendió esta bomba.

Cuando ya pase la resaca (y nunca mejor dicho), ya se podrá tener una mejor perspectiva de lo sucedido. Entretanto, dejemos trabajar a la justicia, cuya responsabilidad alberga a los 20 detenidos mayores de 18 años.

Aparte de eso, no hay que olvidar que hasta las 4 y 20 de la mañana todo transcurría con relativa normalidad. Excepto estos borrachos, que deben ser juzgados justa pero contundentemente, las decenas de miles de chavales que fuimos durante ese fin de semana no causamos problemas, y pudimos disfrutar de dos noches de diversión entre amigos, de risas, y también de reencuentros.

Acaban las fiestas de 2017. Hoy domingo era el último día de feria (sin noche incluida); el último día del concurso de tapas, del que informaremos del ganador; y el último día de encierros, con el éxito que tienen todos los años. Si dejamos a un lado lo que pasó anoche, podemos decir que, un año más, las fiestas patronales en honor al Stmo. Cristo de los Remedios fueron rotundamente ejemplares. A ver qué tal 2018. Lo veremos, y lo contaremos.

Como apunte, gracias a las más de 200 personas que visitaron POR QUÉ MAJADAHONDA este domingo. Con vosotros y vosotras, seguiremos creciendo más y más.

«CHAVALES OSCUROS DE LOS 90», EL VIERNES 29. SOLO EN PQM.

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