Esta semana quiero hablarte de unos hechos que, desde hace más de 30 años, preocupan a unos vecinos nuestros, de Majadahonda. Te voy a hablar de la situación de la gente que vive en la calle Granadilla.
Una calle en la que todos los días (no solo fines de semana) los vecinos tienen que lidiar con, como dice el título del post, los ruidos y la suciedad que provocan algunas personas, clientes del Bar Rincón Latino, situado en esta calle. Pero, como diría Manolito Gafotas, empecemos por el principio de los tiempos. Hace un par de semanas, buscando por Internet, me encontré una cuenta de Twitter (@CalleGranadilla) en la que ponían de manifiesto algunos vecinos de la calle lo que deben sufrir en el día a día. Me pareció interesante, y quise darles algo de visibilidad. Rápidamente, me puse en contacto con ese grupo y, muy solícitos, quisieron colaborar conmigo en este post que estás leyendo. Una relación de simbiosis.
La calle Granadilla de Majadahonda es una calle que, aunque larga, es bastante estrecha. En ella se encuentra el bar del que hemos hablado antes, en el que, de lunes a domingo, la gente se reúne hasta altas horas de la madrugada (los días de trabajo, el bar abre hasta las 2, aunque estos horarios muchas veces no se han respetado). Algo que agrava más la situación es que el bar no está insonorizado.
Un hecho, que desgraciadamente se ha convertido en lo normal, es que, aún a plena luz del día, algunos parroquianos del bar se pongan a hacer sus necesidades en la calle (por decirlo finalmente). Incluso, según la fuente consultada por POR QUÉ MAJADAHONDA, con niños delante.
Un tío orinando en la calle, a plena luz del día. Fuente @CalleGranadilla.
Pero no solo lo que hay es ruido y suciedad. También hay violencia.
Una vecina de esta calle, con la intención de recopilar pruebas de este terrible desmadre para dárselas a la Policía, decide grabar a unos clientes de este bar, que están bebiendo en plena calle, y siempre respetando su privacidad. Uno de ellos, en ese momento, va y de una manotada le quita el móvil. Acto seguido, le pega una bofetada a la mujer. Tal fue la hostia (si se me permite) que le metió, que el resto del vecindario llamó a la Guardia Civil y a la Policía.
Por no hablar de una fiesta de Nochevieja que hicieron en el bar (y que, por cierto, duró hasta la tarde del día 1) y que acabó a navajazos en la calle.
Los vecinos nos han explicado que han llamado a la policía en multitud de ocasiones para denunciar estos hechos. Sin embargo, y según ellos, de poco sirve. Es más, alguna que otra vez se ha puesto en duda la intención de la llamada y, durante un tiempo, la misma policía les solicitó sus nombres a estos vecinos, algo a lo que muchos se negaron.
Cabe destacar que, en el ayuntamiento, Ciudadanos pidió explicaciones de estos hechos. Los vecinos de la calle Granadilla han hablado con UPyD, con Ciudadanos y con Somos Majadahonda, además de haberse reunido con el primer teniente de alcalde. Con esto, sin embargo, no han conseguido mucho.
La gente de la Granadilla está harta de esta situación y no se cansa de denunciarla. Según @CalleGranadilla, tienen miedo.
Por lo que a mí me toca, personalmente, pido al ayuntamiento que tome medidas para paliar esta situación tan sumamente desagradable que viven estos vecinos. En sus manos está.
Agradecimientos
Agradezco inmensamente la colaboración de @CalleGranadilla, que podría decirse que ellos han escrito esta redacción.
«YA VIENEN LOS REYES MAGOS», EL VIERNES 1 DE ENERO. SOLO EN PQM.